Aunque mi primera idea era no hablar sobre la parte económica me he dado cuenta que es imposible hablar de un cambio en el paradigma de la escuela sin hablar de ella.
Anteriormente, por todos es sabido, que con trabajo y estudio se terminaban los estudios, posteriormente se iba a la universidad, el que podía pagarla, y una vez terminada se empezaba a trabajar, quizá por una menos competencia ya que no todos podían costearse la universidad, quizá por herencia o por otros motivos que no vienen al caso. Esto actualmente no es así, ya que un titulo universitario no asegura el trabajo. Esto no ayuda a que los niños quieran ir a la escuela, porque piensan que no sirve para nada, que no tienen un futuro asegurado si estudian.
Actualmente un niño tiene una gran cantidad de estímulos, como los videojuegos, la televisión, los móviles, los ordenadores… que le resultan más atrayentes que ir a la escuela. Si a esto añadimos las dosis de pizarra y cuadernos, nuestro objetivo de que vayan a la escuela se cumple, pero ¿para qué? En mis prácticas guiadas, además de educación física, también di matemáticas, los segundos les parecían horas. Eso sí, cuando tocaba jugar con las matemáticas en el aula de ordenadores, los minutos les parecían segundos. Así que tal y como dice el video, no debemos “anestesiarlos” con dosis de pizarra y libros, sino “despertarlos”, hacer que se sientan “totalmente vivos”
Como dice el tópico “los tiempos han cambiado”, pues ¿Por qué no en la escuela? Dejémonos de clases estándar, explicación, ejercicios, corrección, memorizar. Debemos ir por el camino contrario, por la innovación, la creatividad, unas clases que le motiven, que se diviertan aprendiendo, con unos límites claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario